miércoles, 27 de febrero de 2008

Descenso al cráter perdido.

Marcelo Scanu nos envía el relato del primer descenso hasta el fondo al cráter (4.5 kilómetros de diámetro) del Volcán Bertrand (por encima de los 5.200 metros), situado en la región de Catamarca, Argentina. ¿Un mundo perdido dentro de una montaña?

Durante enero y febrero de 2008, José Luis Querlico y Marcelo Scanu recorrieron la Puna Catamarqueña de Argentina, una zona remota y de las más secas y desconocidas del planeta donde se encuentran algunos de los volcanes más altos de la Tierra. Allí descienden al cráter del Volcán Bertrand.
El Volcán Bertrand, de 5.207 metros de altitud, posee un cráter de dimensiones increibles: 4,5 kilómetros de diámetro y más de 300 metros de profundidad. Su primera ascensión se debió a los incas, dato conocido por los restos dejados por dicha civilización y encontrados muy próximos a la cima. En 1965 los europeos Verena y Anders Bolinder junto a un baqueano, Víctor Bustamante, son los primeros montañistas modernos en hacer cumbre. Luego, 30 años después los sigue Marcelo Scanu, en solitario hace cumbre y encuentra los documentos de los europeos. Desde ese momento piensa en descender al enorme cráter que ve a sus piés. Objetivo principal de la expedición que durante dos semanas mantuvo a Querlico y Scanu en el volcán.
En la citada expedición, el grupo montó el campamento al oeste del cráter, en una zona de pequeños volcancitos y una laguna roja debido a los minerales procedentes del vulcanismo. Desde allí ascendieron hasta el borde del cráter, a poco menos de 5000 m, donde el viento fortísmo se convirtió pronto en un duro obstáculo a vencer. Siguiendo el recorrido de una quebrada llena de enormes rocas, se adentraron en terreno virgen descendiendo a la zona más baja del cráter, a aproximadamente 4.850 m. El panorama desde ese punto es sobrecogedor, único. Es como estar en el mundo perdido. Sólamente rocas y casi nada vivo a excepción de unas pocas y esporádicas plantas raquíticas.
Los bordes del cráter caen abruptamente destacándose la cumbre principal y la cumbre Norte 5.188 m. Esta última fué ascendida por Scanu sólo (Querlico debió bajar dos días antes del final de la expedición por motivos laborales) y encontró restos de un ascenso moderno. Anteriormente habían explorado la zona del magnífico y cónico volcán Peinado y la Laguna Amarga, dos bellísimas lagunas, una verde y otra celeste contaminadas naturalmente con cianuro y arsénico debido a la descomposición de la roca volcánica. Scanu ascendió en solitario a la cumbre virgen de un "pequeño" volcán de aproximadamente 4.900 m conocido como Hijo del Peinado. En la cumbre un interesante cráter de unos 15 m de diámetro. La expedición soportó nevadas y 15 grados bajo cero durante la noche. Volcanes frios, hombres cálidos.


Fuente: Desnivel.
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